Sintetizando este filme se podría decir que, desde el guión bastante pobre por cierto, es una mala mezcla de Hamlet, de Shakespeare, “Conan el Bárbaro” (1982) con Arnold Schwarzenegger y un toque nada sutil, efímero e innecesario de “La Luna” (1979) de Bernardo Bertolucci.
Sin embargo esto solo puede ser esgrimido