Llega a nuestros cines una película que, de forma casi unánime, todos teníamos en las listas de las más esperadas del 2022. La pudimos ver, y ahora vamos a contarles de qué se trata El hombre del norte.
La trama sigue a Amleth, el joven heredero del Rey Cuervo Aurvandil; quien es traicionado por su hermanastro Fjolnir. Tras ver como mataban a su padre, Amleth jura venganza para con su tío. Venganza que se va a dar bastantes años en el futuro, cuando Amleth conozca a la joven bruja Olga.
Como podrán ver, estamos ante una revisión de Hamlet, pero esta vez ambientada en la cultura vikinga; con alguna que otra aparición divina, pero, sobre todo, mostrando bastante de esta sociedad que hoy en día está tan de moda en el cine, series y videojuegos.
Así es como veremos varios rituales donde los guerreros van mostrándose cada vez más salvajes, aferrándose a la deidad en la que creen; mientras intentan vivir en un mundo violento donde la traición, la muerte y el esclavismo son moneda corriente. Y no nos olvidemos la fuerte presencia de la brujería que se tenía, con varios actores casi irreconocibles dando vida a diferentes chamanes que irán guiando a nuestros personajes por las dos horas y cuarto que dura El hombre del norte.
Otro punto a destacar es el de las actuaciones. Alexander Skarsgard deja la piel en el rol principal, y no lo decimos solamente por lo musculoso que se puso para el rol; sino que, a base de gritos y caras, logra transmitir la ira y sed de venganza que tiene guardada desde que su personaje era un niño. Y ni hablemos de la química que tiene con Anya Taylor-Joy; quien también da una sólida actuación en el rol de interés amoroso, pero al mismo tiempo ser una brújula moral para Amleth.
Pero nada en la vida es perfecto y El hombre del norte tiene dos grandes defectos obvios. El primero es que, al tener una historia tan simple, pese a durar apenas dos horas y cuarto, se sienten un poco estiradas; con más de una ocasión viendo como el protagonista tiene la venganza al alcance de su mano, y por tontear, pierde el tiempo y se alarga la trama.
Y el otro problema obvio que tiene la película, es el de la intervención divina. En más de un momento los personajes reciben ayuda sobrenatural, en el claro ejemplo de un deus ex machina en toda regla. El tema es que estas asistencias se dan cuando al guión le conviene, y solo de un bando, haciendo que por momentos no sintamos ningún peligro para con nuestros personajes principales.
Pero sacando esto, El hombre del norte es una gran película. Ya con este tercer film, Robert Eggers se establece como uno de los mejores directores del momento y toda una garantía a la hora de traernos historias de otras épocas y culturas. Expectantes quedamos con sus futuros proyectos.