Alexander Skaarsgard, Nicole Kidman, Bjork, Willem Dafoe y Ethan Hawke encabezan el reparto del nuevo film de Robert Eggers, talentoso director responsable de interesantes títulos como “La Bruja” (2015) y “El Faro” (2019). El talentoso Sigurjón Birgir Sigurðsson, coguionista de “Lamb” (2021), se adentra en la liturgia vikinga que trae a nuestra memoria títulos como “The Vikings” (1958), “Conan” (1984) y “El Guerrero Número Trece” (1999). Adaptando la leyenda medieval escandinava que -según cierta corriente historiadora- inspiró a William Shakespeare, “El Hombre del Norte” prolifera en momentos oníricos, violencia salvaje y descarnada elegancia. Haciendo una épica de tan malsana poética, el metraje va cobrando forma de macabra y nihilista visión. Pareciera un destino de ira y rencor corroer la esencia de un personaje que experimenta la sed de venganza más incontenible. La promesa de llevar drásticas acciones a cabo, con el fin de ajusticiar su descendencia, desnuda el lado más primal del ser humano; el hilo del destino es indestructible. A medida que la tragedia se cierne, sofisticados diálogos se intercalan en potentes instantáneas que ponen a prueba nuestra sensibilidad siguiendo el eco de las palabras del maestro Andrei Tarkovski: “la finalidad del arte consiste en preparar al hombre para la muerte”. Un paisaje dantesco alumbra la fría estepa islandesa. La vastedad alberga luchas cuerpo a cuerpo de sanguinario y brutal saldo. Funcionando en gran nivel metafórico, apreciamos una fotografía que resalta la oscuridad tonal. La cámara de Eggers se mueve y los cuerpos se apilan alrededor. Un empleo de efectos especiales para artificio de hirviente magma contribuye a una atmósfera corrompida que nos permite apreciar el cuidadoso tratamiento estético, entrelazando la fantasía y la realidad. Es la precisa artesanía visual de Eggers en la ejecución de la forma, convencido de las imágenes que crea, sazonando una propuesta que bebe de las fuentes de “The Green Night” de David Lowery.