Laberinto de la psiquis
"Enemy" es una película compleja basada en el libro del escritor portugués, José Saramago, "El hombre duplicado". ¿Por qué digo compleja? Porque este nuevo film del director Denis Villeneuve ("Incendies", "La Sospecha") es de esos trabajos que le exigen al espectador no sólo estar muy atento a los acontecimientos por la carga simbólica que tienen, sino que explora cuestiones de la psiquis humana como la depresión y la demencia, elementos que la mayoría no va a buscar a una sala de cine.
Debo decir que el tipo de narración casi no tiene fisuras, es original y sumamente atrapante, aunque por momentos se torna un poco densa de más. Personalmente, se me hizo difícil entender todo y estar bien atento la primera vez que la vi (sí, la vi dos veces), en gran parte porque no sabía bien con qué tipo de película me iba a encontrar y no estaba del todo predispuesto a usar el cerebro en un 100%. Luego, cuando reflexioné por unos días lo que había vivido y volví a verla, me di cuenta de varias cuestiones que había pasado por alto y pude sacar algunas conclusiones importantes para la tranquilidad de mi psiquis.
Vamos por parte. En primer lugar, "Enemy" no es una película convencional, es decir, tiene un ritmo de narración pausado, alienante y que combina elementos surrealistas. La idea es transmitir las sensaciones que vive el personaje principal y la verdad que lo logra. Uno se siente abatido y asfixiado gran parte del metraje. Esto es algo que a muchos espectadores les va a costar. Ni hablar de los que no son muy tolerantes... Les puede llegar a pasar como un amigo que fue a ver "El árbol de la vida" de Malick esperando ver a Brad Pitt hacer la gran "Leyendas de pasión" y se encontró con reflexiones sobre el universo con dinosaurios incluidos... Se quería morir. Acá uno debe saber de antemano a qué se enfrenta. Referencias kafkianas, hitchcockianas y psicología profunda son parte del menú.
El ritmo es lento, lo que hace que el camino sea un poco más gris, pero para suerte de muchos la película sólo dura 90 minutos.
No van a encontrar respuesta expresa a los interrogantes que les va a plantear el film, interrogantes que no van a ser pocos. Acá es donde entran las ganas de cada uno para ponerse a pensar sobre lo que ha visto. Si no hay un análisis posterior, dudo que la experiencia sea placentera en algún nivel y directamente la tildarán de "bodrio". Es tan compleja que requiere en la mayoría de los casos, volver a verla para entenderla mejor. Esto es una contra.
Para que se den una idea, Jake Gyllenhaal interpreta a un profesor de historia llamado Adam que se da cuenta que hay una persona que es idéntica a él, el actor de cine Anthony, también interpretado por Gyllenhaal. Decide, casi por un impulso enfermizo, conocerlo y encontrarse con él para sacarse algunas dudas. El encuentro no sale como esperaban y ambos se ven envueltos en un juego de suspenso y amenazas que los lleva de a poco a la ruina. En el medio de todo esto, se encuentran Mary (Mélanie Laurent) y Helen (Sarah Gadon), respectivas parejas de los protagonistas, la madre de Adam (Isabella Rossellini) y los medios de él mismo materializados en arañas gigantes.
Una experiencia para probarla por sí mismos. A mi me pareció un viaje interesante, pero no lo suficientemente entretenido como para ir más allá de las 3 estrellas. Un thriller/drama que te dejará reflexionando, y eso siempre es bueno.