Lo primero que tengo que decir, es que no leí la clásica obra de José Saramago en la que está inspirado el guión de "El hombre duplicado". Muchos dicen de ella que es una obra maestra así que esperaba con ansias ver como Denis Villeneuve abordaba semejante tópico. Para quienes no han visto "Prisoners", su último y aclamado trabajo, les digo que muchos colegas la señalan como el mejor thriller del 2013.
En lo personal, creo que este cineasta tiene poderosas ideas y es muy dúctil para generar ambientes opresivos y amenazantes, dentro de lo que el espectador reconoce como simple y cotidiano. El fuerte de Villeneuve es hacer foco en los miedos primitivos, ampliando y profundizando la percepción y redescubriendo el mundo que nos rodea, desde los elementos más atemorizantes que posee. Eso hizo en su trabajo anterior y aquí, en "Enemy", desliza las mismas estrategias para cautivar al espectador.
¿Qué dirías si supieras que tenés un doble, exacto a vos, en algún lugar cerca tuyo? ¿Cuáles serían las inquietudes que eso te generaría? ¿Qué toca en la fibra interna, el saber que nuestra identidad, desde lo superficial, puede ser confundida, extraviada, perdida...?
Adam Bell (Jake Gyllenhall, uno de los mejores actores de su generación ya) es un solitario y gris profesor de historia. En su casa, se dispone a ver una película, que le recomendó un compañero en el trabajo y que esconde una sorpresa singular en su reparto: hay un hombre que es muy parecido a él. Demasiado.
El docente comienza a indagar sobre el actor (de nombre Anthony) y va obteniendo más información a medida que crece su obsesión con el tema. Las dos vidas, que son extremadamente distintas, comienzan a relacionarse cuando Adam acosa a su "doble", interfiriendo en sus rutinas y desconcertando a sus respectivas parejas (Melanie Laurent y Sarah Gadon), quienes no logran comprender qué sucede entre esos dos hombres idénticos.
Ambos descubrirán que su conexión es mucho más compleja de lo que aparece en la superficie y llegado el momento, una serie de eventos los pondrán cara a cara con una realidad mortal, que desatará en el espectador, un sinfin de conjeturas e hipótesis. No conviene revelar mucho de la trama, pero sí aclarar que "Enemy" es una cinta intricada, críptica, engañosa y que no da respiro. Villenueve conduce al público a un lugar de incomodidad, de a ratos extremo. Y se apoya en una descomunal tarea de Gyllenhall, quien hace todo bien.
Lo único cuestionable es esa tendencia del director, potenciada por el guión de Javier Gullón es a que todo, absolutamente todo, parece tener una vuelta de tuerca extra. Como si no hubiera ningún punto de apoyo fijo, lo cual, si bien contribuye al misterio en la trama, tiende por agotar al espectador al no permitirle ningúna certeza. Las posibilidades de interpretación son múltiples y si bien eso está bien, lo cierto es que no tener ningún parámetro tampoco termina por conformar.
Sin embargo, reconozco los méritos de "El hombre duplicado", quizás menos a veces es más y esto es algo que el director debería considerar. Ojo, creo que esta es una película que hay que ver, abierto, predispuesto (nada de intentar adentrarse, cansado un viernes por la noche!) y con ganas de debatirla después de la proyección. Lograda y a tener en cuenta.