Si nos referimos a historias de espionaje en la literatura John le Carré es uno de los autores más conocidos que trabajan este género desde hace muchas décadas.
Un hombre que suele abordar estos temas con bastante realismo gracias a su experiencia como miembro del servicio de inteligencia del Reino Unido. Las ideas de sus novelas suelen estar buenas pero no es un escritor para todo el mundo debido al tedio con el que suele desarrollar sus conflictos.
Siempre me aburrí muchísimo con le Carré y prefiero consumirlo en el cine, donde sus libros en ocasiones brindaron buenas películas como The Deadly Affair, de Sidney Lumet (Serpico), y El jardinero fiel (Fernando Meirelles).
El hombre más buscado es una adaptación de una de sus novelas más recientes que ofrece un muy buen thriller relacionado con el terrorismo y las agencias de inteligencia en el mundo post 11 de Septiembre.
Una propuesta donde el autor fue bastante crítico con las políticas del ex presidente norteamericano George Bush y el rol de los Estados Unidos como policía internacional. La película fue dirigida por Anton Corbijn, quien fue responsable de ese bodrio que hizo con George Clooney, El ocaso de un asesino, uno de los filmes más trillados que se hicieron en los últimos años con la clásica y explotada temática del asesino a sueldo solitario.
En esta producción trabajó un típico conflicto de le Carré donde se retrata el complicado mundo de los servicios de inteligencia de la actualidad sin la pirotecnia que tiende a ser parte de este género en el cine norteamericano. En las historias de este escritor los personajes suelen arreglar el mundo tomando un café. Acá no hay tiros ni persecuciones automovílisticas, sino que todo se desarrolla a través de reuniones y conversaciones.
No obstante, una de las virtudes de El hombre más buscado es que Corbijn supo construir con su narración un buen thriller que no cae en el tedio y logra mantenerte interesado con la tensión y la intriga que tiene la trama. A diferencia de El ocaso de un asesino que a los 10 minutos ya sabías como iba a terminar la película, en este film logró hacer mucho más llevadero el argumento.
Junto con la fotografía, que suele ser una de las cualidades de las producciones de este realizador, el film se vio favorecido por un muy buen reparto que tuvo a Philip Seymour Hoffman como gran protagonista, en uno de sus últimos trabajos en el cine. Acá interpreta al típico anti héroe de le Carré, con el clásico pasado atormentado, que pese a estar hastiado con el mundo en que se desenvuelve su trabajo, se esfuerza por hacer lo correcto.
La verdad que se lo va a extrañar mucho a Hoffman.
Al menos en una de sus últimas interpretaciones logró destacarse a lo grande y esa es una buena razón para agendarse el visionado de esta película.