El hombre más buscado

Crítica de Lucas De Caro - Toma 5

NI EN PAZ DESCANSE

El pasado 2 de febrero, tras pasar a otra dimensión, Philip Seymour Hoffman fue recordado gracias a su basta trayectoria que lo mantuvo entre el éxito y la gloria acompañado por un sinfín de actores y trabajadores del rubro. Y aunque todavía resta ver sus apariciones en las dos partes de “Los juegos del hambre: Sinsajo”, parece haber dejado para esta ocasión su última actuación apta para ser aplaudida de pie.

“El hombre más buscado” es la nueva película de espionaje dirigida por Anton Corbijn (“Control” y “The American”) adaptada del libro escrito en 2008 por John Le Carré, quien suele abordar estos temas con bastante realismo gracias a su experiencia como miembro del servicio de inteligencia del Reino Unido. Sus historias ya fueron adaptadas durante décadas en la pantalla grande y por eso lo recordarán por “El jardinero fiel” del brasilero Fernando Meirelles o por “El Topo”, con Gary Oldman como protagonista y Tomas Alfredson a cargo de la dirección.

Este thriller es una adaptación de una de sus novelas relacionadas con el terrorismo y las agencias de inteligencia en el mundo luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El relato cuenta la historia de un muchacho musulmán, hijo de padre ruso y madre chechena, entra a Alemania de manera ilegal y las agencias de inteligencia de distintos países creen tener frente a sus ojos a un terrorista. Mientras se lleva a cabo una investigación secreta a su alrededor, una inocente abogada se involucra más de la cuenta cuando comienza a ayudarlo a reclamar una fortuna que su padre tenía guardada en un banco de Hamburgo. Pero sin embargo, hay algo que nadie puede descifrar: ¿cuál es la verdadera identidad de este hombre y por qué necesita ese dinero?

Sin lugar a dudas, el punto más alto de este filme se encuentra en las interpretaciones. Philip Seymour Hoffman encarna a Gunter Bachmann, un Agente de Inteligencia alemán abatido por los errores de su pasado que lo llevaron a ejercer un puesto de menor importancia, el cual magnifica. Por ende, no sería raro que logre alguna merecida nominación cuando arranque la temporada de premios a comienzos del próximo año. El elenco lo completan Willem Dafoe, Robin Wright y la correcta Rachel McAdams, quien interpreta a Annabel Richter, una la abogada idealista. Por otro lado, buena adaptación del guion, buena dirección y excelente fotografía.

En resumen, nos encontramos con una película compuesta por miles de detalles, muchos diálogos y una actuación de lujo. El séptimo arte nos teletransporta hacia un mundo paralelo que nada se asimila con nuestra rutina, y además revive al señor Hoffman que nos deleita con su actuación desde el más allá. Hay que abrir bien los ojos porque si algún dato se escapa, todo puede resultar muy tedioso. Estamos en presencia de una película clara y lineal pero difícil de entender, así que tengan mucho cuidado.