El espionaje es jodido
"A most wanted man" es el nuevo trabajo de Anton Corbijn ("The American", "Control") basado en la novela de suspenso y espionaje homónima de John le Carré, famoso escritor cuyas obras han sido llevadas al cine ya en 9 ocasiones, si tenemos en cuenta esta última. Le Carré se caracteriza por poner mucha tensión y complejidad a sus historias, mostrando los enredos del espionaje internacional de las maneras más crudas y frías. En esto el film cuenta con un plus, ya que si bien a algunos puede gustarle más o menos su escritura, es innegable que el tipo sabe muy bien como arreglárselas para idear historias de política, traición y drama.
La interpretación de los personajes principales estuvo a cargo de una selección muy buena de actores con nombres de primer nivel como Philip Seymour Hoffman ("Capote"), Rachel McAdams ("The Notebook"), Robin Wright ("House of Cards") y Willem Dafoe ("Pelotón"). Todos cumplen las expectativas y más, lo que por supuesto le agrega otro plus al film.
La parte que no me sedujo tanto tiene que ver estrictamente con la dirección, puntualmente con el ritmo que se le imprime por momentos a la trama, que a veces estaba bien arriba, con vértigo y mucha intriga, y por otros directamente se ponía chata, reparando en detalles que no sumaban mucho al relato. Algo que me sucedió fue que los últimos 15 minutos se pusieron tan buenos que cuando todo termina de manera tan abrupta y sin muchas explicaciones, me quedó un gusto a poco, a que podrían haberme mostrado de alguna manera más detallada toda la subtrama que sucedía por detrás de la principal o que podrían haber ofrecido algún vistazo sobre las consecuencias de lo que pasó sobre el final. Entiendo el objetivo de cerrar de esa manera abrupta, pero no puedo evitar pensar todo lo más rico que hubiera sido mostrarnos un poco más, sólo un poco.
Una propuesta muy a lo Le Carré, medio lenta pero con mucho laburo sobre la anticipación del nudo narrativo. Buenas interpretaciones, sobre todo del fallecido Hoffman, y muchos diálogos interesantes de índole política. Una película que disfrutarán los aficionados a las historias de espionaje y aquellos que priorizan la historia por sobre la narración. Además es una buena opción para ver uno de los últimos laburos de Philip Seymour antes de morir.