La voz de la venganza
La bella voz de Mohammed Assaf contrasta con las imágenes en ruinas de Gaza, pero también es una oportunidad para redescubrir al olvidado pueblo palestino. La película narra la historia real del joven ganador del concurso Arab Idol y en el fenómeno social que se convirtió, en un contexto histórico dramático pero a partir de un relato entretenido y con el toque justo de comedia a fin de evitar cualquier golpe bajo.
Mohammed Assaf es un humilde joven palestino procedente de la Franja de Gaza que hace hasta lo imposible por llegar a la capital de Egipto para concursar en el Idol, versión árabe. La película está dividida en dos partes muy precisa. En el inicio -la Franja de Gaza, año 2000- la historia se centra en contar la vida de cuatro niños -Mohammed Assaf, su hermana y dos amigos más- que desean ser músicos profesionales, hacer música por encima de la desaprobación de la religión y la política de su país, y encima incluir en el grupo una mujer, además de obtener dinero a toda costa para poder hacerse con el equipo, y siempre bajo la sombra del conflicto bélico y atrapados entre las fronteras, aunque la cuestión política subyace como fondo del relato.
En la segunda parte, Mohammed Assaf está listo para cruzar la ruinosa y conflictiva frontera y arribar a El Cairo para poder convertirse no sólo en una estrella de la canción sino además, y sin buscarlo, en una esperanza del pueblo palestino. En su suerte en el concurso parece estar depositadas las esperanzas de miles de palestinos. Una muy buena película aunque nos traiga el recuerdo de "¿Quien quiere ser millonario?", el filme de Danny Boyle de 2008.