Excelente película, con un despliegue de tonos, y dibujos espectaculares. Otra vez, Chomet, nos da una historia riquísima desde todo punto de vista. Un derroche visual. Es algo así como un juego de palabras pero llevado a la imagen (y el sonido). Con innumerables detalles, referencias, y sentido estético.
Conocí el otro largometraje de este director, algo tarde (el año pasado), y quedé maravillada. Esperaba esta peli con ganas, y no me defraudó en lo absoluto. Si debo decir, que el mensaje es algo más triste que en la anterior. Si bien en ambas, se eligen personajes algo en decadencia, aquella cuenta con más alegría, y esta con una nostalgia intrínseca en todo el filme y un mensaje final, algo desesperanzador, por no decir desbastante, y además, debo decirlo, déjenme decirlo, algo contradictorio con el mismísimo cine, del que tan buen uso sabe hacer el director. Pero es evidente, que aún no estando de acuerdo con ese mensaje, no puedo más que decir que lo elabora de la mejor manera, que la peli es excelente, un deleite para los sentidos. Y con un alto contenido filosófico además, no solo sobre la magia, sino sobre el arte en si, la popularidad, y la inocencia. Vamos que no tiene desperdicio!!! Si no la vieron, ya saben, es extraordinaria ;D
Para verla más de una vez, e ir pescando cada detalle, ya que cada plano esta cargadísimo de éstos, con mucha minuciosidad e información en cada plano, que cuesta un poco captar cada trazo en un primer visionado.
Una música genial, personajes uno más rico que el otro, colores para sacarse el sombrero, toda la peli es tan artística, hace tanto uso de los recursos expresivos, que uno no puede más que dejarse llevar por lo que ve, y quedar al final, maravillado.