El (im)posible olvido es un galardonado proyecto documental argentino dirigido por Andrés Habegger. A partir de cartas, diarios y fotos, un hijo intenta reconstruir la historia de su padre, periodista y militante político peronista desparecido durante la última dictadura.
No me olvidé de vos:
Sabemos que las cosas se nos olvidan, ¿pero adónde se alojan esos olvidos? ¿Están en alguna parte de nuestra consciencia? La película hace uso de estas preguntas como disparador, y así funciona paralelamente como un ensayo literario sobre la memoria y como un proyecto cinematográfico de gran valor visual.
Este es un documental muy personal que, sin embargo, habla de una historia colectiva, una con la que más de uno se sentirá identificado. Andrés Habbeger (director y protagonista) no recuerda prácticamente nada de su padre Norberto Armando Habegger, militante víctima del Plan Cóndor, una nefasta coordinación de las dictaduras en América del Sur para secuestrar, torturar y asesinar a todos los que se oponían a los respectivos gobiernos de facto.
Por aquella época, los militantes debían pasar a la clandestinidad y sus hijos eran constantemente movidos de barrios, escuelas y amistades. El documental registra también esta experiencia de chicos entrenados para ocultar quienes eran y en qué andaban sus mayores. Andrés en realidad fue bautizado como Camilo, pero su nombre cambio junto a toda su vida entera.
Lo interesante de esta premisa es que el protagonista no retuvo casi ningún momento con su padre (a quien vio por última vez cuando tenía 9 años). Lo único con lo que cuenta es una serie de fotos, filmaciones, diarios y cartas que dan testimonio del vínculo.
Rastros de un recuerdo:
A lo largo del documental (que llevó 6 años desde su concepción) Habbeger recorre los lugares de las fotografías, rememora viejas anécdotas con amigos de la infancia, investiga la conspiración y tiene charlas emotivas con su madre. De hecho, los momentos con ella son muy honestos y representan uno de los puntos más fuertes de esta producción.
Si bien hay un tinte político que atraviesa al documental, lo cierto es que se trata de un trabajo introspectivo y de reflexión. Habberger rastrea los últimos movimientos de su padre en Buenos Aires, México y Brasil, locaciones que filma con una antigua cámara Súper 8, como si de esa forma pudiera capturar mejor el pasado.
Es muy emocionante la manera en la que va reconstruyendo su niñez desde recuerdos que se esconden en lo más profundo de su subconsciente. Otra técnica que utiliza para incentivar al recuerdo es visitar los lugares registrados en fotos (donde el niño Andrés estaba junto a su padre) y capturarlas en la actualidad, como insertando fotos del pasado en nuestros días.
No soy el mayor fanático de los documentales, y sin embargo me sentí absolutamente cautivado por la búsqueda de certezas que presenta El (im)posible olvido. El intento de reconstruir las circunstancias de la desaparición da pie a un viaje emocional, interno y político hasta el lugar donde se alojan los recuerdos más ocultos.
Conclusión:
Este proyecto pro memoria denominado El (im)posible olvido es un documental íntimo y reflexivo que, sin mayores pretensiones, busca rearmar un rompecabezas fascinante. A través de un infantil diario que hace de bitácora de viaje, Andrés Habbeger se reapropia de su identidad y exhibe un trabajo maravilloso que vincula una niñez (y un pasado) con un padre y un presente.