Un cuaderno con la tapa del Mundial de Argentina '78, regalado por su padre hace del disparador necesario de Andrés Habegger a la hora de empezar a investigar y a reconstruir su pasado. "No tengo recuerdo de haberlo escrito pero son mis palabras y mi letra", confiesa. Su madre también lo ignora, pero el niño que en aquel momento tenía nueve años, hacía allí una bitácora de su vida al detalle: los quehaceres hogareños, los paseos y sus miedos, son algunos de los momentos cotidianos de su vida en México que el niño relata, luego de que Buenos Aires se haya vuelto un lugar demasiado peligroso -en el contexto de la dictadura militar- para que él y su madre vivan allí.
Su padre, Norberto Habegger fue un militante de la organización Montoneros desaparecido, subdirector del diario Noticias y escritor de una biografía sobre Camilo Torres, un cura colombiano que se unió a la guerrilla y fue asesinado. Admirado por él, le puso ese nombre a su hijo, hasta que a los cuatro años del niño, se hizo necesario cambiárselo por "Andrés".