Una valiosa épica personal
El Impenetrable es la historia de una pesada herencia y de aquello que se puede conseguir cuando hay voluntad de transformación. A mediados de los 90, Daniele Incalcaterra y su hermano Amerigo heredaron 5000 hectáreas de selva virgen en el Chaco paraguayo que un hombre de negocios francés le había vendido a su padre, agregado comercial de la embajada italiana en Paraguay, tentándolo con el negocio del cultivo de jojoba, un vegetal usado generalmente para producir cera líquida. El padre de Incalcaterra compró la tierra, pero no llegó a conocerla, el negocio del cultivo de jojoba se desplomó en un santiamén y Daniele decidió entonces visitar aquel lugar del que sabía poco y nada. Se encontró con un territorio hostil y severamente vigilado por gente armada que protegía -y protege- los intereses de un millonario empresario brasileño, Tranquilo Favero, acusado en más de una oportunidad de usurpación de tierras.
La zona está tomada desde hace años por petroleros, reyes de la soja y estancieros dedicados a la ganadería a los que no les ha temblado el pulso cuando hubo que desalojar a los indígenas que les resultaron molestos para sus negocios. Incalcaterra tomó la decisión de devolver esas tierras a su nombre a los propietarios originales, los guaraníes ñandevas, y para eso viajó con su mujer, Fausta Quattrini. Pero se encontró con algunas sorpresas: cadenas, candados, alambrados y carteles de propiedad privada que impedían la normal circulación, además de guardias armados y completamente ajenos a la cortesía. Las 5000 hectáreas de los Incalcaterra estaban rodeadas por las 320.000 de Favero, rigurosamente deforestadas para ser reaprovechadas como tierras de cultivo y pastoreo de ganado.
Cineasta comprometido que en 1995 debutó con el documental Tierra de Avellaneda , centrado en el notable trabajo del Equipo de Antropología Forense para identificar restos de personas desaparecidas durante la última dictadura en la Argentina, Incalcaterra decidió finalmente convertir esa propiedad heredada en una reserva natural privada a perpetuidad que gestionará junto a los guaraníes ñandevas. Y documentar esa valiosa épica personal en un film emotivo y movilizador que incluye un encuentro del cineasta con Fernando Lugo, el presidente paraguayo que terminó con 60 años de hegemonía del Partido Colorado en su país y fue destituido con un discutido juicio político. A la vez que denuncia la brutal impunidad con la que se manejan los poderosos, El Impenetrable invita a pensar sobre las razones más profundas de ese ingrato destino de Lugo. Es una película valiente sobre una rebelión pacífica que a primera vista puede parecer pequeña pero en verdad es enorme.