De topos e infiltrados
Qué ironía que en Hispanoamérica se haya traducido el título a El Implacable, dado que me hizo recordar en todo momento a Taken (Búsqueda implacable). La película dirigida por Martin Campbell no es más que una imitación al borde de lo bizarro, muy a pesar de estar basada en el libro de Stephen Leather llamado “The Chinaman” y publicado en 1992.
Quan (Jackie Chan), con sus 61 años (!) busca incansablemente vengarse de la muerte de su hija. La misma fue producida por una bomba implantada por un grupo terrorista llamado IRA. Para esto pone en riesgo su vida en reiteradas ocasiones, persiguiendo y amenazando al viceministro irlandés Liam Hennessy (Pierce Brosnan) con el fin de encontrar los nombres de los responsables.
Como era de esperarse, hay acción y artes marciales producidas por el mismísimo Jackie Chan, las cuales ya no sorprenden a nadie por la cantidad de material que existe sobre el género.
Falla en el guion ya que desvía la atención del protagonista a la de Liam (haciendo que inexplicablemente Jackie Chan no aparezca por unos cuantos minutos). Además, no logra un buen armado de personajes secundarios los cuales son fundamentales para los giros narrativos. Como frutilla del postre al film le sobran veinte minutos, intenta cerrar todos los hilos narrativos que no fueron importantes en ningún momento.