El director neozelandés Martin Campbell (“Casino Royale”) nos trae este trepidante thriller de acción con tintes políticos que reúne a Jackie Chan (“Rush Hour”) y a Pierce Brosnan (“GoldenEye”) en dos roles que los sacan de su zona de confort interpretativo.
Empecemos diciendo que “The Foreigner” no es nada que no hayamos visto previamente en la enorme categoría de “padres que buscan venganza por la muerte de un hijo/a”. La cuestión radica en el enorme talento tanto delante como detrás de cámara para contarnos esa determinada historia. La película nos presenta al humilde hombre de negocios Quan (Jackie Chan), cuyo pasado vuelve a atormentarlo después de que su hija fuera víctima de un atentado terrorista motivado por aspectos políticos. Luego de enterarse de que una facción del IRA (Ejército Republicano Irlandés) se adjudica el bombardeo, Quan se ve atrapado en un juego del gato y el ratón con un oficial del gobierno británico (Pierce Brosnan), cuyo pasado podría tener algo que ver con los asesinos.
Si bien la dinámica de padre en busca de venganza está algo trillada y gastada, este film se nutre del talento interpretativo de sus protagonistas que se enfrentaron al desafío de interpretar a personajes más complejos de los que suelen componer. Aun así, el relato basado en la novela “The Chinaman” de Stephen Leather cae en algunos clichés narrativos durante el segundo acto, provocando una serie de vueltas de tuerca medio rebuscadas e inverosímiles en donde buscan enmendar lo antes expuesto durante el desarrollo de la trama.
Sin embargo, el largometraje resulta ser un viaje entretenido que se beneficia de la pericia del director para contar las escenas de acción (algo que pudimos ver en el reboot del Agente 007) y para manejar la intriga y la tensión que van en un in crescendo constante.
“El Implacable” compone un relato disfrutable e intrigante que se beneficia por el tono interpretativo de sus actores que dan justo en la tecla. Por el lado del guion, la película no sale de lo convencional y se complejiza demasiado en el final para intentar arreglar este asunto. No obstante, técnicamente el film resulta ser sobresaliente, en especial en lo que atañe a las coreografías y al manejo de cámara en las secuencias de acción. Un thriller de acción vertiginosamente elaborado y bastante placentero si se lo ve sin demasiadas pretensiones.