La política se introduce en las tradicionales películas de Jackie Chan, alejando al actor de lo físico y acercándolo a un tipo de interpretación ajena a la carrera que construyó a lo largo de los años.
El resultado es un híbrido que funciona por momentos, pero que no sólo cae en lugares comunes y estereotipos, sino que además involuciona a medida que progresa la narración. Sólo para fanáticos.