La nueva moda de las narco películas
Breaking bad, El patrón del mal y ahora, El infierno. Una serie, una novela y una película, donde el tema en común es el narcotráfico. El infierno hace honor a este nuevo subgénero que hoy la está rompiendo y cada vez crece más este recurso.
El director Luis Estrada narra en 2 horas la historia de Benny, un pueblerino que se va a vivir a EE.UU y es deportado 20 años después. Regresa a su ciudad natal encontrándola completamente cambiada: el escenario es el caos y la corrupción, donde el conflicto mayor es la muerte de su hermano en manos de un narcotraficante y la posterior misión de que su sobrino siga los pasos de su padre.
Así de simple es esta película de acción donde el director demuestra su influencia de las películas americanas que tanto nos tienen acostumbrados, aunque no abusa de estos elementos. De hecho en un punto tiene similitudes con la trilogía El Padrino, donde más allá de la mafia lo que en ellos prevalecía era la familia. En esta película es lo mismo, pues el protagonista intenta mantenerse en su margen pero la venganza por su familia es lo que se mantiene intacto en este western de acción, que poco se parece a la mítica serie Breaking Bad, pero sí en un punto a través del film vemos elementos como lo peor de los seres humanos: la ambición, la venganza, pero también la búsqueda de justicia por parte del protagonista.
El infierno además tiene sus toques de comedia para aquel público no familiarizado con los modismos mexicanos como por ejemplo chingón, chingada. Palabras graciosas al escucharlas de parte de los personajes pero creo que la idea original no era esa y confunde al espectador. Sin embargo, la película se vuelve mucho más amena pese a su duración de 2 horas que se pasan volando, sumado un muy buen trabajo actoral por parte de Daniel Alcázar en la piel de Benny y el de Elizabeth Cervantes como la esposa del difunto hermano del protagonista.
Sin lugar a dudas, la película no deja de sorprender a cada minuto por las buenas escenas de acción, una buena producción cinematográfica por parte de los mexicanos donde se destacan los escenarios desérticos. Eso demuestra que no sólo son buenos produciendo telenovelas, sino que también pueden realizar una buena producción a la altura de la calidad de Hollywood. El infierno es un trabajo impecable de origen azteca.