El infiltrado

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Viaje al mundo narco

Logrado filme de acción y suspenso, con Dwayne Johnson.

Ver el afiche de El informante es sinónimo de arrugar la nariz: ahí está Dwayne Johnson, un ex luchador devenido actor de cine de acción/aventuras (El rey escorpión, Rápidos y Furiosos 5 y 6, G.I. Joe: La venganza), cuyo sobrenombre, The Rock (La Roca), podría responder a sus dotes actorales. Pues bien, esta vez el radar prejuicioso falla: el héroe es de piedra, pero El informante tiene algunos condimentos que hacen que se deje ver.

Lo interesante de la película es su pátina social, gracias a la cual nos enteramos de algunos vericuetos asombrosos del sistema legal estadounidense. El narcotráfico es una ofensa federal con penas altísimas: según la cantidad de droga, un traficante sin antecedentes puede enfrentarse a, como mínimo, diez años de cárcel. Tal como explican los títulos finales, la condena promedio para alguien que es arrestado por primera vez es mayor que las condenas promedio por violación, abuso de menores u homicidio. Lo más perverso es que la única manera de ver reducida la condena es delatar a otros traficantes. Es decir, convertirse en un buchón.

En esta situación se encuentra, ridículamente y de la noche a la mañana, el hijo adolescente del protagonista. Entonces John Matthews (Johnson) deberá decidir cuál es su límite moral y hasta qué punto pone en riesgo al resto de su familia, y a terceros, en pos de ayudar al chico en apuros.

A partir de aquí sólo cabía esperar tiros, patadas y persecuciones, a la manera de, por ejemplo, Taken. Sobre todo si se tiene en cuenta que el director y coguionista del filme, Ric Roman Waugh, desarrolló la mayor parte de su carrera cinematográfica como doble de riesgo. Y sí, hay acción, pero también una trama de suspenso que la sostiene y justifica.

Al final del camino están los cárteles mexicanos tan en boga en la actualidad, pero, de todos modos, el máximo villano es el Poder Judicial, encarnado en una fiscal ambiciosa (Susan Sarandon, que con su sola presencia compensa la escasa expresividad de Johnson), que quiere mostrar eficacia a cualquier precio. Y ése es uno de los detalles que diferencia a esta película de otras parecidas.