Un anciano busca venganza contra un jerarca nazi; se encuentra con el hijo del verdugo, también anciano y que siempre eludió al padre. Ambos tratan de reconstruir una historia y se transforman en amigos en el camino. La película habla de un hecho terrible, pero también -y esto es lo más valioso- del sentido humano del paso del tiempo. Los actores (ahí está el también director Jiri Menzel) le otorgan al film una simpatía notable que nos permite acompañar el cuento.