Un plano secuencia nos introduce dramáticamente al protagonista y a su entorno, seguido de una voz en off que acompaña lo que estamos viendo. Este es un recurso que podemos reconocer de varios films pero que fue perfeccionado y convertido en uno de los sellos distintivos más reconocibles de Martin Scorsese, un verdadero cineasta que exuda cine en cada plano de su filmografía. El director de clásicos como «Taxi Driver» (1976), «Raging Bull» (1981), «Goodfellas» (1990), «Casino» (1995) y grandes películas más actuales como «The Departed» (2006) y «The Wolf of Wall Street» (2013), nos ofrece tres horas y media de pura cinefilia, donde se ven grandes destellos de sus temas recurrentes, varios de sus actores fetiche y una narrativa avasallante que no da respiro a pesar de su larga duración.
El largometraje está basado en hechos reales que rodean la escena política y social norteamericana a lo largo de las décadas del ’50, ’60 y ’70. Ahonda más precisamente en las cuestiones relacionadas con el sindicato de camioneros y los vínculos con la mafia, así como también la influencia de cada uno en el ámbito del otro.
El guion de Steven Zaillian («Schindler’s List», «American Gangster»), adapta el libro «I Heard You Paint Houses» de Charles Brandt que se centra en la figura de Frank Sheeran (Robert DeNiro), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del siglo XX. «El irlandés», como se lo apodaba a este individuo, fue apadrinado por Russell Bufalino (Joe Pesci), una figura importante dentro del crimen organizado, presentándole un mundo duro y desconocido para él pero bajo el manto de su ala protectora. Así es como Frank se va abriendo camino hasta llegar a convertirse en la mano derecha del sindicalista Jimmy Hoffa (Al Pacino). El relato se establece de ahí en más como un viaje al submundo de los mecanismos turbios de la mafia, las internas y las rivalidades en su conexión con la política. Además, propone echar luz sobre uno de los grandes misterios sin resolver de Estados Unidos: la desaparición del legendario sindicalista.
La cinta también se enfoca en las relaciones familiares, la amistad, los valores, la lealtad, el poder en todas sus variantes y la búsqueda de redención, tratando de compensar el tiempo perdido. Todo esto en un relato atrapante y entretenido, con verdaderos momentos de elocuencia y alto vuelo, donde tendremos drama, suspenso e incluso varios momentos de humor. La dirección y la puesta en escena de este largometraje son impecables, demostrando ya que Scorsese se encuentra en el pináculo de la narrativa cinematográfica desde una profunda madurez como autor.
Por otro lado, cabe destacar que el elenco está en un nivel superlativo para afrontar la ciclópea tarea de llevar adelante un relato de estas proporciones, que costó alrededor de 140 millones para poder ser desarrollado. Robert DeNiro (protagonista de un gran número de los clásicos de Scorsese) nos brinda una de sus mejores interpretaciones en mucho tiempo e incluso se podría decir de su carrera en general. Su ascenso progresivo, la escalada de violencia y su posterior arrepentimiento en busca de aplacar su vejez en soledad se da de manera armónica presentando un perfecto arco de personaje. Otro que brilla es Joe Pesci («Goodfellas», «Home Alone»), un actor de enorme talento que fue olvidado por la industria del cine pero que nuevamente es convocado por Scorsese para regresar a la cresta de la ola. Sus matices, sus pausas y la sutileza de sus gestos nos demuestran su versatilidad. Y qué podemos decir de Al Pacino («The Godfather», «Scarface»), otra leyenda del séptimo arte que siempre presenta actuaciones imponentes y una presencia magnética en pantalla. Aquí compone a Hoffa y vuelve a hacer gala de su enorme talento. Como valor agregado tenemos la oportunidad de ver en pantalla al mismo tiempo a DeNiro y Pacino juntos, algo que hace que no podamos despegar la vista de la pantalla (hay que tener en cuenta que se habían cruzado brevemente en pantalla en «Heat» de Michael Man y en la fallida «Righteous Kill», no se cuenta «The Godfather part 2» porque no llegan a compartir escena). Ver a estos dos mitos vivientes interactuar es algo sumamente emocionante. Completan el elenco: Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Ray Romano, Jesse Plemmons, entre varios otros.
Por el lado de los aspectos técnicos, podemos destacar la reproducción de época maravillosamente reflejada en el tremendo diseño de producción, la siempre lograda edición de su habitual colaboradora Thelma Schoonmaker, una virtuosa y bellísima fotografía del mexicano Rodrigo Prieto («Babel», «Argo») y una banda sonora impresionante que sacan a relucir la melomanía del director. Los efectos visuales también resultan estar logrados con el impactante rejuvenecimiento que se consiguió de los personajes principales, quizás por momentos se noten ciertos hilos pero hay que destacar que en términos generales cumplen con lo propuesto.
«The Irishman» es un film impresionante que no sufre su larga duración ya que cuenta con un talentosísimo elenco y un autor de un valor inconmensurable como Scorsese, con una visión clara y exquisita que vuelve a tocar ciertas notas que ya ha producido pero con el valor agregado de la experiencia y la madurez. Una obra de épicas proporciones que debe ser (en lo posible) disfrutada en la sala de cine como seguramente la pensó el director a pesar de que la produce Netflix. Una experiencia cinematográfica exquisita.