Theo pierde a su madre en al atentado al Museo Metropolitano de Nueva York. Con solo 13 años y sin conocer el paradero de su padre, las autoridades lo llevan hasta la casa de su mejor amigo en donde es recibido de manera dispar por la familia, vecinos adinerados del Upper East Side de Manhattan. Solo dos cosas recuerda con claridad tras el bombardeo: un anciano le entregó un anillo que debe llevar a un anticuario y le pidió que escondiera en su mochila el pequeño cuadro El Jilguero.