Le damos esas estrellas solo por una razón: no aburre. La novela original, escrita a principios de los 80, generó un cambio en la ciencia ficción y abrió las puertas a la poética del mundo virtual, del desdoblamiento de la realidad y de -atención- la interactividad como parte del mundo que anticipó nuestros tiempos. Lástima que también inspiró otras ficciones: Matrix, Invasión (la de Paul Verhoeven, de la que esta Ender... parece una versión para Nickelodeon) y varias otras. Lo que quedó es una más de guerra contra bichos extraterrestres aunque con “mensaje” (en los últimos minutos, donde el torpe Gavin Hood nos da una “excusa” para haber disfrutado de las imágenes), y cuyas escenas de acción se esperan ansiosamente dado lo poco que importa el resto de la trama. Los chicos están bien; los grandes, más o menos, y su condena al militarismo -que es el que nos permite disfrutar del rompan todo que propone parte del film- es una bobada insigne. Pero hay tiros y rayos láser y esas cosas.