Game over...?
Aunque parezca mentira esta séptima entrega de la saga más sádica de los últimos tiempos todavía tiene sorpresas. En la película anterior dejamos al detective Hoffman y a Jill, la mujer de John/Jigsaw, brutalmente enfrentados. La continuidad de esa lucha sigue en este nuevo capítulo que para iniciar, como en los anteriores, tiene un juego para entrar en clima. esta vez con un estilo "reality" y una resolución que apenas anuncia lo que vendrá en los minutos siguientes. Porque esta vez las escenas más fuertes van al límite de lo tolerable, aún para el más morboso. Y si a esto le sumamos que también se presenta en 3D, entonces recomendamos pensarlo dos veces antes de someterse a la ilusión de ser salpicados por litros de sangre y trozos de tripas.
El esquema es idéntico a los filmes anteriores, víctimas elegidas por cuestiones moralmente reprochables son sometidas a juegos perversos y sangrientos. Sin dudas, en esta ocasión uno de los mejores es el que tiene a unos xenófobos como protagonistas. Hay que verlo, aunque sea por catarsis. En la trama central, un sujeto que se presenta ante los medios como un sobreviviente de Jigsaw y especula comercialmente con ello.
El crescendo final con las pistas presentadas ante el espectador con el fin que comprenda claramente todo es ya un clásico, y deja abierta la puerta para que una octava entrega llegue a los cines el año próximo; esta vez sí, para que todas las piezas del rompecabezas encajen perfectamente.