Por ser una historia que nunca fue concebida como una serie, ya que las secuelas se fueron construyendo a partir de que el éxito comercial de un film le daba luz verde al episodio siguiente, El juego del miedo llegó al séptimo capítulo con dignidad.
Si recordamos que Jason Voorhes en la saga de Martes 13 terminó asesinando gente en el espacio, la conclusión de SAW podríamos decir que dentro de todo es decente.
Esta última película de alguna manera funciona como un epílogo extendido que se hizo para contemplar a los fanáticos del gore que se engancharon con esta historia por la violencia.
Creo que para cada espectador funciona de manera diferente.
Mi atracción por SAW nunca pasó por las secuencias de violencia extrema y el gore, sino por la trama y los personajes.
La ambiguedad moral que presentaba Jigsaw y su compleja historia de cómo se terminaba convirtiendo en un asesino serial fue apasionante y lo consagró como uno de los mejores villanos que se crearon en el cine en las última décadas.
John Kramer no era un criminal facho que mataba adolescentes por tener sexo como Jason Voorhes y sus clones. Tenía motivaciones que lo llevaban a actuar de esa manera y sus víctimas por lo general o eran escorias de la sociedad o gente que había perdido el camino en su vida y escondía unos cuantos muertos en su placard.
Ese concepto me resultó fascinante y creo que fue explorado muy bien en los primeros tres filmes. Todas las relaciones entre los personajes y la expectativa por descubrir el plan final de Kramer hicieron que nos engancháramos con esto por completo y pidiéramos más.
Además, la investigación policial y la incapacidad del FBI para detener al asesino hicieron de SAW una serie fascinante. En el fondo, creo que El juego del miedo tiene sus raíces el thriller policial, más que en el terror, y eso siempre me enganchó y es algo que hizo distinto a la saga.
Las trampas, mutilaciones y la sangre para mi eran cotillón.
Con esta última entrega creo que los productores perdieron el rumbo. La verdad que la historia podía haber quedado cerrada en el film anterior, ya que este capítulo no es más que un ajuste de cuentas entre dos personajes que se podía haber evitado.
En SAW 7 la prioridad se la dieron al gore y a las torturas y el argumento quedó convertido en una excusa para mostrar secuencias ultra violentas.
Las breves apariciones del muñeco Billy, y el propio Jigsaw son lo mejor del film, justamente porque SAW siempre se trató de Jigsaw y cuando murió, la historia central perdió por completo el interés.
De todas maneras, los fans que se engancharon con esta serie por el gore no van a salir decepcionados con este estreno ya que la séptima entrega es la más violenta de todas. La película es un desfile constante de trampas y torturas que se convirtieron en el principal foco de atención en este capítulo final.
No hay grandes revelaciones inolvidables y la reaparición del doctor Gordon, interpretado por Cary Elwes (que gordo que esta!) resultó un poco tirada de los pelos, algo que convirtió a la visión de este film en una experiencia decepcionante. Desde el punto de vista argumental.
Por otra parte el trabajo que hicieron con el 3D fue pobrísimo y salvo por un par de escenas el sistema no aportó absolutamente nada a la película. Al pedo total.
La verdad que por el film que hicieron la actitud de Lionsgate de no mostrar la película a la prensa es totalmente ridícula. Deberían estar agradecidos que todavía hay medios que se tomaron la molestia de verla.
En fin, El juego del miedo 7 no está para nada a la altura de las otras entregas pero al menos cerró de manera definitiva (al menos eso espero) esta serie que tuvo grandes momentos con ese tremendo actor que es Tobin Bell.