Esta bien podría llamarse “Otra Vuelta de Tuerca al Juego del Miedo” o bien “El juego del Miedo DC”
Los cambios que se pretenden erigir los responsables, con una más de la saga, sólo se quedan en intensiones, la violencia glamorosa es de lo único que puede hacer alarde el film.
Ya ni siquiera produce miedo la imagen misma, lo que produce sobresalto en el público son los abruptos cambios sonoros.
La historia, muerto Jigsaw, alguien debería ser el sucesor, para lo cual queda su esposa y el detective Hoffman, que en alguna de las anteriores sobrevive.
Ahora la victima es un desalmado contador de riesgos de una compañía de seguros de salud, que tiene a su cargo estudiar los casos y ver de que manera puede hacerle ahorrar dinero, cada vez que un beneficiario recurre para tratarse por alguna enfermedad.
Casi decidiendo quien vive y quien muere.
El contador deberá pasar varias pruebas durante un limitado período de tiempo, y en esas pruebas están en juego sus colaboradores, al tiempo que el relato nos va dando pistas sobre quien es el sucesor de ese vengador anónimo que fue Jigsaw.
Es una clara representante de los filmes actuales de la temática de terror, es así que la propia formula iterativa, y el acopiado ilimitado de éste tipo de producciones, las transforma en predecibles y previsibles.
Además intenta generar algún tipo de suspenso, pero termina siendo más ingenuo que Patoruzu, ya desde el titulo.
Por supuesto que los productores se aseguraron con un final que da la posibilidad de que la secuela continúe. Y eso si que da miedo