Sentencia positiva
"El juez" muestra a Robert Downey Jr. en el papel de un exitoso abogado que debe defender a su padre, un magistrado del que se encuentra distanciado.
Cualquier película que tenga como principales protagonistas a dos grandes como Robert Downey Jr. y Robert Duvall, es difícil que sea mala. El juez es uno de los estrenos de esta semana en Córdoba, pero no se queda exclusivamente como un filme donde lo único rescatable es el elenco. Se trata de un drama que se desarrolla en el mundo de los tribunales de justicia, aunque la raíz de fondo nada tiene que ver con estrados o leyes, sino con la revisitada pero rendidora crisis familiar.
Downey interpreta a un exitoso abogado llamado Hank Palmer, que se encuentra en el proceso de divorcio con su mujer, con el agravante de que tienen una hija en común y las cosas están revueltas. Esto es el prolegómeno para presentar cómo viene la mano con la vida de uno de los dos protagonistas, porque a los pocos minutos se entera de que su madre falleció. Pero al drama que significa esta pérdida, se suma el hecho de que Hank no puede ni verse con su padre, Joseph Palmer, un tipo áspero que también tuvo una gran carrera en los ámbitos de la Justicia, como magistrado. Claro que las razones de tal distanciamiento son muy profundas y se irán dosificando a lo largo de las casi dos horas y media de extensión de la cinta. Como si esto resultara poco, al hijo se le presenta una encrucijada: deberá defender a su padre desde el estrado, porque es acusado de matar a un ciclista con su vehículo.
Trapitos al sol. Desde las primeras escenas, el espectador que gusta de las películas donde las actuaciones constituyen el plato principal, se dará cuenta de que con El juez tendrá para darse una panzada. El duelo que mantienen los personajes se traslada al oficio actoral, y esto es ayudado por un libro donde los diálogos y las situaciones se van desgranando con naturalidad, más allá de lo escabroso de la historia familiar.
El juez es también una película de búsqueda, porque de alguna manera, el hijo que regresa al lugar donde hacía años no regresaba, deberá lidiar con cosas que creía olvidadas o perdidas, cosas que hacen a su esencia y a lo que lo llevaron a ser como es en la actualidad. No faltan las situaciones donde se sacan los trapitos al sol, donde se desempolvan miserias que estaban bajo candado, y donde se ven las tensiones que generan el resentimiento, el rencor y los reproches. Duvall y Downey Jr. llevan adelante un gran trabajo que hace creíble todo esto, por eso El juez es recomendable para los que quieren un drama con actuaciones sólidas y condimentos sórdidos.