Voto cantado
Hank Palmer, un abogado engreído y algo inescrupuloso, detiene un juicio en el que va a pérdida tras notificarse de la muerte de su madre. Uno diría que a Hank (Robert Downey Jr.) lo salvó la campana; pero no. Hombre citadino, con un matrimonio que va a pique, el regreso a su pueblo de Illinois lo sensibiliza; recompone la relación con su hermano (Vincent D’Onofrio) y apunta a reconquistar a su novia de la adolescencia (Vera Farmiga), pero fracasa en el intento de reconciliarse con su padre, el insigne juez del pueblo Joseph Palmer (Robert Duvall). Entonces, un accidente fatal pone a Joseph en el banco de los acusados y el hijo debe defenderlo, restituyendo así una historia compleja y la herencia de la profesión. Habiendo alcanzado renombre con Los rompebodas y mayor éxito comercial con el drama familiar Agosto, el director David Dobkin hace un segundo intento en esta fórmula sin conseguir, de nuevo, brillo más que en la actuación de los protagonistas. El juez es llana como un drama para TV, seria hasta cuando parece paródica (“¿quién recuerda a Ronald Reagan?”, dice a cada rato Joseph) y larga cual epopeya, pero cuenta con los hilos emocionales que le asegurarán a Dobkin otro éxito de taquilla.