Alejandro es un experto jugador retirado, actualmente alcohólico que ahora trabaja para Pascual Palma, un multimillonario empresario de la carne. En su actual encargo, debe llevarles plata a los nietos de éste, que se encuentran en Mar Del Plata. Pero lo que parece ser un trabajo simple, se complica cuando Alejandro se deja manipular e involucra en los turbios negocios de los adolescentes ricos y con sueños de hacer grandes negocios. El azar, las maquinaciones y las traiciones se volverán moneda corriente en esta historia.
Una película argentina de estafas, con un buen elenco, una trama interesante y una locación que le es conocida a todos los espectadores de dicho país. En apariencia, todo perfecto y nada podía salir mal… pero sí, este film promete mucho más de lo que terminamos viendo y ese es problema. Principalmente, de un guión bastante flojo.
Y cuando hablamos del pobre trabajo de guión, no nos referimos sólo a las constantes escenas incoherentes o absurdas que pueblan el film (como por ejemplo una tortura usando pescados muertos), si no porque la película adolece de una duración que parece mucho más excesiva de lo que termina siendo. Y si hablamos de que una cinta de una hora y cuarenta se siente larga, es que algo está fallando en la trama.
Vale aclarar que el film no es un desastre, y está lejos de serlo. Sólo empezamos la review con los puntos negativos (nos faltó decir lo ridículo que resulta cierto personaje cuando insulta), pero también hay varios elementos a favor. Uno de ellos es el buen hacer de todo el elenco, pese a que algunos personajes no están del todo bien definidos.
Entre todo lo bien que está el reparto, destacamos especialmente a Alejandro Awada en el rol protagonista, componiendo a una persona llena de excesos al que la vida le pasó por encima varias veces, reduciéndolo a ser un peón entre los problemas familiares y monetarios del abuelo millonario y sus parasitarios nietos. Pero también hay que nombrar a las dos mujeres de esta película: Lali González y Guadalupe Docampo.
Ambas hacen a mujeres casi opuestas, pero a medida que avanza la trama, vemos sus verdaderas caras, siendo totalmente manipuladoras, femmes fatales cuando es necesario, demostrando que además de ser lindas son bastante inteligentes como para sacar provecho de su belleza y manejar a todos los hombres casi a placer. Gran descubrimiento y ojalá empecemos a ver a estas actrices de forma más seguida.
El Jugador tenía bastante potencial para ser uno de los mejores policiales argentinos de esta mitad del año, pero por las incongruencias del guión y varias escenas resueltas de forma que parecen casi paródicas al género, se queda en la categoría de film aceptable. De todas formas y ante la escasez de buenas propuestas en la sala, no deja de ser una película a tener en cuenta como opción.