Los años no llegan solos
El film, protagonizado por Denzel Washington, es sobre el regreso de Robert McCall, que no puede evitar involucrarse en algo injusto de manera anónima.
Hay que saber cuándo retirarse. El ya longevo Denzel Washington, de larga carrera en el cine hollywoodense, protagonizó un centenar de películas, entre ellas varias recordadas en producciones de acción. “Protegiendo al enemigo”, “Hombre en llamas”, “Día de entrenamiento”, y obviamente la primera de “El Justiciero”, lo mostraron como héroe y villano y nos regalaron grandes secuencias dentro del género.
Pero el gran Denzel ya cumplió 63, y si bien no existe edad que impida si el cuerpo lo resiste, verlo golpear a seis hombres en pocos movimientos parece un tanto forzado. Dentro de una estructura que lo acompañe, con un buen guión, coreografías bien realizadas y un relato digno, no sería gran problema, pero aquí el conflicto surge porque “El Justiciero 2” parece apoyarse sólo en la performance del artista, confiando en exceso en su capacidad para crear y convocar.
El regreso de Robert McCall -en la primera secuela que Denzel realiza en su carrera- lo trae como un conductor de Uber (en 2014 trabajaba en una ferretería) que quiere vivir sin problemas, pero, como siempre, su moral lo obliga a involucrarse cuando siente que algo es injusto, siempre de manera anónima. En la primera escena, McCall está en Turquía para rescatar a una pequeña secuestrada por su padre.
Luego, advertiremos que él se enteró del problema cuando fue a comprar un libro y la dueña del local estaba desesperada por su hija. Luego, irá tras un grupo de hombres que le pagaron para que lleve a su casa a una joven de la que ellos abusaron, y tras hacer justicia a su modo, les exige que le pongan una buena calificación en su viaje.
Pero el conflicto principal -que tarda demasiado en llegar porque hay una historia secundaria en la que Robert se transforma en mentor de un joven sin rumbose da cuando su amiga, una ex agente de la CIA, es encontrada muerta. Si nuestro protagonista ya era temperamental por gente que no conocía, haber atacado a un ser querido es un pecado por el que no dudará en hacer pagar a cualquiera que se meta en su camino.
Obviamente todo derivará en un juego de cacería en el que McCall demostrará todas sus cualidades para la violencia. Más allá de las probabilidades de que Denzel sea un héroe de acción a su edad, el filme es un típico largometraje de acción que cumple por momentos, con algunas secuencias decentes y otros cabos sueltos que pueden decepcionar al espectador.