Vuelve el justiciero del pueblo
Vuelve uno de nuestros justicieros callejeros favoritos, vuelven las quebraduras de huesos, los tiros y las trompadas a diestra y siniestra. Vuelve "The Equalizer" en su segunda entrega que, sorpresivamente, logra entretener bastante y sale airosa de la maldición de las secuelas flojas. Luego de la primera película uno no esperaba que la trama fuera a dar para mucho más, pero lograron exprimirle unas gotas más a la historia. En esta ocasión McCall (Denzel Washington) sigue haciendo su vida como chofer de Lift y defendiendo a los desvalidos. Su única amiga Susan (Melissa Leo), que sigue trabajando para el gobierno, toma un caso de asesinato a sangre fría en Bélgica y viaja allí para investigar lo sucedido. Una vez en el hotel, es atacada por lo que parecen ser dos asaltantes que terminan matándola.
McCall no se cree lo sucedido y comienza a investigar el verdadero motivo de la muerte de su querida amiga. A medida que va avanzando en las averiguaciones, se va dando cuenta de que la cosa es bastante más turbia y compleja de lo que pensaba. Lo que sigue, ya lo sabemos todos. ¡Muchos huesos rotos, armas y sangre como Dios manda! Como debe tener un buen entretenimiento de acción que se precie.
Ok, vamos con la reseña. La trama no es de lo más original pero aguanta como plataforma para desatar la furia de Denzel y nos brinda el espactáculo de violencia que estamos esperando. Es una historia prolija y no pretende ser más de lo que le da, aunque uno se vaya dando cuenta rápido por donde viene el desenlace. A mitad del film, el espactador ya puede dilucidar por donde viene la vuelta de rosca. A nivel interpretaciones, está bastante bien, con nombres de prestigio que permiten que toda la situación sea un poco más creíble. Por supuesto se destaca Denzel con su carisma característico. "The Equalizer" es todo Denzel, para bien y para mal. El problema es que su personaje es bastante de fórmula, personalista y se parece mucho a otros anti héroes de acción, como Liam Neeson en "Taken" por ejemplo. La fórmula que se repite claramente le baja algunos puntos a la propuesta.
Los momentos de acción son bien violentos y crudos como nos vendieron en la primera entrega, y llegan a su clímax en los últimos 20 minutos del film, que termina bien arriba en el índice de acción. En este sentido no decepciona a sus seguidores que estarán contentos de ver las muertes horribles que tendrán los villanos.
En resumen, una nueva entrega que entretiene y sirve para darle un cierre a la historia de McCall, eso espero. Una tercera entrega creo que sería un error.