Un hombre con un pasado extraño decide dejar toda su vida atrás, y empezar en un lugar nuevo. Para ello, decide instalarse en un lugar donde nadie lo conoce y encontrar un trabajo promedio para pasar desapercibido. Sin embargo, un día conoce a una chica que es forzada a trabajar en lugares poco deseados, por lo que, desarrollando una empatia hacia ella, decide detener a la mafia por sí mismo. La historia desarrollada en estos párrafos ha sido mil veces vista. Taxi driver, Hombre en llamas (con el mismo protagonista de ella) son los primeros nombres que vienen a nuestra cabeza. Antoine Fuqua (Día de Entrenamiento) decide tomar esta historia cliché y regalarnos... nada. Denzel Washington es un gran actor y aceptar papeles tan trillados no le hace ningún bien, aún cuando la damisela en peligro sea Chloe Grace Moretz. Lugares comunes, coreografías comunes y finales comunes no aportan nada al género mas que un poco más de dos horas que hace la película larga y tediosa. El Protector no es más que un filme de fin de semana para ver en hora de zapping