La venganza y la furia en las manos de Denzel Washington.
Inspirada en la popular serie televisiva de los años 80 del mismo nombre (The Equalizer), en español sería algo así como “El protector” el director Antoine Fuqua vuelve a elegir por segunda vez a Denzel Washington, con quien ya habían trabajado juntos en "Día de entrenamiento" (2001), recordemos que por esa interpretación resultó ganador de un Premio Oscar (ya había ganado por “Tiempos de gloria”, 1989 de: Edward Zwick). Además en esta oportunidad es el productor del film.
Muestra a un hombre simple, llamado McCall (Denzel Washington) que trabaja en una fábrica, es buen compañero, tranquilo, ordenado, prolijo, metódico, vive solo, es viudo, y en sus horas libres se dedica a leer.Por la noche en ese bar donde concurre conoce a una joven Teri (Chloe Grace Moretz), maltratada y obligada a prostituirse por las mafias rusas de la Costa Este. Un día ante un hecho brutal siente la necesidad de ayudarla y salvar a varias jóvenes de una red de prostitución y drogas, que lo lleva a enfrentarse contra fuerzas extranjeras muy poderosas, allí se encuentra con Teddy (Marton Csokas, “Noé”), un sanguinario sicario ruso.
A partir de esto y otras situaciones injustas, él saldrá a la calle transformándose en un justiciero y contará con una gran capacidad a la hora de defender a quienes se encuentren en peligro, un personaje similar a: Charles Bronson, Steven Seagal, entre otros; más moderno, tiene algunas habilidades especiales, como las tenía MacGyver, Jason Bourne y se transforma en un superhéroe. La historia tiene alguna similitud a otros films como: "Búsqueda implacable"; "Promesas del este", de David Cronenberg, y "Taxi Driver", de Scorsese; entre otras.
Contiene mucha acción, es muy violenta, con gánsteres rusos ultraviolentos, hay más de un villano odiable, llena de venganza, con escenas bien sanguinarias, algún toque de humor, buenos diálogos, momentos dramáticos y emotivos. Buena fotografía y banda sonora, vibrante, muy previsible, pochoclera y entretenida.