Evan Webber tiene la vida soñada. Basta con mirar a su bella esposa, sus dos hijos maravillosos y su impresionante casa (diseñada por él mismo). Todo va tan bien, que ni le importa quedarse solo en la casa durante el fin de semana mientras su familia va de viaje a la playa. Hasta que suene la puerta...y dos mujeres lo estén esperando en el umbral de su casa.