Perversa e inclasificable. “El lado peligroso del deseo”, cuyo título original es “Knock Knock”, está catalogada como una película de suspenso y terror, aunque resulta imposible clasificarla, por lo que resulta siendo un “ni”. El filme protagonizado por Keanu Reeves y dirigido por Eli Roth coquetea con el cine clase B donde el suspenso y el sexo están intrínsecamente relacionados. Evan Webber (Reeves) es un padre de familia que se queda solo durante el fin de semana del Día del Padre mientras su esposa e hijos van a pasar unos días a la playa. Pero su paz se verá interrumpida cuando Genesis y Bel, dos adolescentes sexies, tocan su puerta. Poco a poco, los más bajos instintos de Evan ceden y todo culmina en un desenfrenado trío. Pero lo que parece una noche soñada se transforma en una pesadilla de violencia, locura y perversión. El filme busca armar un discurso sobre el matrimonio y la pedofilia semejante al de Hard Candy (2005) pero no logra crear el clima de suspenso y oscuridad que podría haber sumado mucho.