Un agente más rudo
Tony Gilroy, arquitecto narrativo del sello Bourne, guionista de las tres películas anteriores (protagonizadas por Matt Damon), es en “El legado Bourne” la única cabeza pensante y su estilo está marcado desde la primera escena: define a su nuevo protagonista en 45 segundos de impacto, sin palabras: el hombre es capaz de todo, sobre todo cuando está jugado desde los pies a la mollera. Para los que vieron la saga no será fácil olvidar la cara sufrida del desamparado Damon, pero hay que coincidir en que Jeremy Renner fue una muy buena elección. En rigor de la verdad, como agente Bourne tiene un aspecto más rudo y áspero que el tierno Matt. “El legado...” tiene escenas de acción calcadas de los filmes anteriores y, obviamente, continúan los problemas de identidad y paranoia para el personaje central. Así, Bourne se reinventa a pesar de quedar algo eclipsado por la trilogía que la precedió. También hay que aclarar que “El legado Bourne” no es otra película del personaje con un actor distinto, sino que toma los eventos ocurridos en filmes anteriores para crear una historia paralela que busca valerse por sí misma.Así, Gilroy intenta darle una vuelta de tuerca a lo ya conocido y, al menos, logra un filme que entretiene dignamente.