Un indicio de lo original de este film de terror es que empieza con el típico aviso fúnebre que publican los diarios. Ha muerto la abuela de la familia, y su hija Toni Collette empieza un espiral de ansiedad y conflictos familiares con sus hijos adolescentes y su esposo, y sobre todo con el extraño legado espiritista que le dejó su madre, de la que en realidad sabía bastante poco.
"El legado del diablo" se inicia con un tono demasiado hermético, y demora un poco en arrancar en serio, pero cuando lo hace hay que agarrarse. El director Ari Aster, que aquí debuta en el largometraje, tiene una deuda con Roman Polanski tanto en algunos climas como en el tema de esta película, lo que no quita que aporte detalles totalmente personales, empezando por el notable elenco, especialmente la protagonista, que brinda una de las actuaciones más excéntricas e intensas de su carrera, y la de la actriz Milly Shapiro en el perturbador papel de la problemática hija de 13 años que domina la pantalla en cada aparición. El film tiene una alta dosis de humor negro y escenas que dan miedo en serio, y un diseño de sonido brillante y aterrador.