Una buena película que se toma su tiempo en llegar a su propósito elemental que es el de asustar, pero el recorrido es tumultuoso y poco claro.
Esta es la nueva apuesta de un estudio que trabaja como muy pocos los temas del terror psicológico y siempre intenta dar sustos que van más allá de lo convencional. Con un director debutante Ari Aster, quien también se encarga del guión, esta peli muta en si misma a medida que el metraje avanza.
El Legado del Diablo, cuenta la historia de una familia que se encuentra muy dolída por la pérdida de su más longevo miembro y en busca de dejar atrás el dolor que una muerte siempre conlleva, se encuentra con oscuros secretos que la difunta abuela poseía, más detalladamente, su hija Annie Graham (Toni Collette) encuentra entre sus pertenencias unos libros antiguos de espiritismo bastante extraños y ahí es cuando todo empieza a ponerse bastante oscuro y su familia a tener extrañas situaciones inexplicables.
La película puede dividirse en dos tranquilamente, y en dos géneros bastantes lejanos uno del otro. Por un lado, tenemos un drama familiero con pequeños toques sobrenaturales, pero por más música tenebrosa y planos que quieran denotar miedo, no lo logran. En la otra mitad, tenemos todo lo que intentaron en su primera parte, pero porque va al hueso directamente. Espíritus, posesiones, situaciones inexplicables y rituales satánicos para lograr una puesta en escena bastante creepy. Ahora bien, si para lograr eso hay que estar más de una hora esperando que algo emocionante suceda, algo mal hicieron.
No es fácil hacer terror hoy en día, sobre todo por las grandes variedades que hay dentro del mismo género. Pero al querer establecer un nivel complejo de terror psicológico, muchas veces se peca de pretencioso. Es verdad que el clima desde un primer momento, da la sensación de que todo va a cambiar para peor de los personajes, pero la espera no tiene ritmo y a veces hasta aburrida. Este es uno de los casos en donde la narrativa, es inferior a la estructura, el guión diseñado por el mismo director es claramente lo mejor que tiene el film. Con diálogos súper cargados de gran dramatismo, y con unos movimientos de cámara excelentes, terminan siendo desperdiciados en la mitad de la película.
Otro punto bastante flojo, es la sobre explotación sin sentido de algunos de sus personajes, que tienen un buen trabajo y desarrollo, pero no terminan siendo lo que quieren vender. Annie, Steve Graham (Gabriel Byrne), Charlie Graham (Milly Shapiro) y Peter Graham (Alex Wolff) conforman la familia en cuestión y el elenco, que se ve forzado a actuar en situaciones realmente espeluznantes con incomodidad, lo transmite durante toda la película. ¿Los más destacados? Toni Collete y Alex Wolff, sin lugar a dudas se roban la película y los niveles de tensión se incrementan cuando participan en pantalla.
El Legado del Diablo venía asomando en portales internacionales de critica especializada como “La nueva El Exorcista”. La euforia por ver nuevas historias y nuevos puntos de vista en lo que al terror se refiere, denota un desesperado grito de ayuda. Heredity es una buena película que se toma su tiempo en llegar a su propósito elemental que es el de asustar, pero el recorrido es tumultuoso y poco claro. Lo que si está bien claro, es que A24 es el estudio que se necesita para salir de esta crisis que atraviesa el cine de horror.