El legado de Pino
El legado (2015) quizás sea la película más sincera y despareja de Fernando "Pino" Solanas: sincera porque asume el punto de vista del relato desde los primeros minutos no sólo con su voz sino también con su presencia en pantalla haciéndose cargo de su visión de la historia; despareja porque comienza siendo una crónica de los rodajes de las inéditas Perón, La Revolución Justicialista y Actualización política y doctrinaria para la toma del poder, filmadas en el exilio de Juan Domingo Perón en Madrid, para luego pasar a ser una clase de historia -peronista- de Solanas a unos estudiantes de cine que siguen atentos sus palabras.
La película es rodada en la quinta de Benavídez de la provincia de Buenos Aires, hoy convertida en museo donde descansan los restos de Perón, a falta de conseguir Puerta de Hierro, lugar original de rodaje de las mentadas obras. La misma película lo dice, se filma en ese lugar para hacer un recorrido por los grandes momentos del -sobre todo- primer gobierno peronista. En ese momento surge lo mejor del film: la reconstrucción del pensamiento e ideales del General en su figura de líder político al mando de la Argentina, su particular visión y legado en la historia del siglo XX registrado por el Grupo Cine Liberación (conformado por Solanas, Octavio Getino y Gerardo Vallejo, entre otros) en una extensa entrevista. El legado recupera con imágenes de archivo de la historia argentina y audios de rodaje, un material valioso que expone el pensamiento de Perón.
¿Qué sucede luego? La película como documental no cuenta con suficientes elementos para articular el verdadero pensamiento detrás del film (que no es el de Perón sino el de Fernando "Pino" Solanas): él mismo Solanas sin jamás ocultarlo, asume un rol de discípulo y a la vez maestro, contando su propia visión de la historia, del justicialismo y hasta de los hechos más discutidos asociados a Perón como la relación con López Rega o la masacre de Ezeiza. En ese momento la película empieza a dejar de lado “el legado del General” para adentrarse en “el legado de Pino” dirigido a sus alumnos en escena y al espectador que ve la película. El ejemplo más claro de esto es cómo el realizador completa con sus propias palabras situaciones de las cuáles no hay registro ni fílmico ni sonoro. Lo de López Rega es un ejemplo.
Solanas no oculta -como en sus anteriores películas desde Memoria del saqueo (2004)- su intención de trasmitir su propio discurso político acerca de la historia argentina. Se parte de una supuesta objetividad surgida de evidencia para llegar a la subjetividad del realizador de la que puede estarse o no de acuerdo pero sin posibilidad de corroborar documentos. En este aspecto El legado es la fusión más clara de punto de vista y sucesos, justamente por el rol que jugó el realizador en las famosas filmaciones, de ahí su sinceridad, al asumirse él mismo como documentador y a la vez, como documento.
El momento del estreno, 25 de febrero de 2016, a dos meses y medio del gobierno de Mauricio Macri en Argentina, impone casi sin quererlo una relación con el pasado reciente del país. Pero Fernando "Pino" Solanas se encarga de dejar en claro que es peronista de Perón y distingue la figura del líder popular de los sucesivos gobiernos peronistas que, según él, mal interpretaron sus ideas.