Así como se hicieron infinidad de interpretaciones del la primera imagen de “Un perro andaluz” (1928) de Luis Buñuel, siendo la más aceptada desde la teoría, la manipulación de la mirada del espectador, empieza ésta última producción del nonagenario Jean Luc Godard.
Las primeras imágenes establecen que “El cine es cortar” (2010) como establecen en su libro homónimo el montajista Nelson Rodríguez, en co-autoria con el investigador, docente y director de la cinemateca de Cuba Luciano Castillo. Pero ellos constituyen y justifican al elemento como inherente al lenguaje del cine de manera extraordinaria.
El filme del director de “Sin aliento” (1960) no se establece en este filme dentro de ese parámetro, si bien es un cultor del montaje. Pero esa primera impresión de empezar a ver algo diferente, en tanto propuesta, termina por ser una catarata de disquisiciones pseudo- filosóficas difíciles de asimilar por la velocidad de las mismas, y por la heterogeneidad que constituyen.
Ya lo decía Enrique Santos Discépolo en su tango “Cambalache” …” la biblia junto al calefón”..
Todas estas palabras, sumadas e investidas con imágenes de todo tipo, de archivo todas, de ahí el montaje antojadizo. Desde el recorte de viejas películas, ficciones y documentales, algunas icnográficas otras más del orden emotivo. Constituidas en lo que podría dividirse en 5 capítulos, a fuerza de entendimiento del espectador y no de construcción del filme, en temas como el comunismo, la guerra, Europa como tema preponderante, la violencia cotidiana, y la discriminación establecida al mundo musulmán y/o los inmigrantes ilegales, todo mezclado en 88 minutos.
La película podría entenderse como una disquisición acercándose a lo peor de la semiología, que a veces se constituye en hablar y hablar sin decir nada. Acá seria la sumatoria de imágenes e imágenes a gran velocidad con una voz en off circunspecta, demasiado de todo, que no llevan a ningún corolario claro.
Posiblemente, y tal vez tenga razón algunos, los seguidores a ultranza, dirán que es un filme para ver muchas veces.
Particularmente prefiero me entreguen el guión para leerlo, cuando la vi no me resulto tan desconcertante como aburrida.