Eli (Denzel Washington) es el protector de un libro sagrado que debe llevar al lado Oeste de los Estados Unidos para salvar a la humanidad.
La travesía se desarrolla en medio de la violencia y el desamparo en los seres humanos que sobreviven librados a su propio destino y fuerza.
Eli deberá defender su vida y, a la vez, resguardar la tan codiciada obra literaria, particularmente por la empecinada actitud del tirano Carnegie (Gary Oldman) para adueñarse de ese libro a cualquier precio, pues le significará alcanzar el poder total y el dominio del mundo.
En el trayecto Eli permanentemente se va diciendo a sí mismo "no te apartes del camino", mientras se desplaza en paz por un territorio hostil que no dejará de provocarlo, lo que obligará a poner en juego sus habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo, con el sólo aporte adicional de un machete manejado con gran destreza.
El enfrentamiento entre Eli y Carnegie fundamenta, una vez más, la lucha entre el bien y el mal esta vez tres décadas después del apocalipsis que sacudió al planeta.
Finalmente el bien triunfará sobre el mal, no sólo en la exitosa defensa del singular libro (que no es otro que la Biblia) con el cual arribará al destino final que tenía fijado, sino que en su periplo rescata de las garras del mal a la hermosa Solana (Mila Kunis) y su madre ciega Claudia (Jennifer Beals), sometidas a la escavitud por Carnegie.
El “Libro de los secretos” es una producción que parte de un guión bien estructurado, aun sin apartarse de lugares comunes clásicos en las obras donde predomina lo espectacular, sobre la base de una historia nada original, que cuenta con apropiado tratamiento técnico y un elenco muy atendible, encabezado por dos actores de reconocida valía como Denzel Washington y Gary Oldman, quienes le sacan muy buen partido de los personajes que les fueron confiados.