EPÍLOGO
¿Puede haber esperanza en un mundo devastado, en el que la civilización parece haber llegado a su epílogo? Eli (Denzel Washington) cree que sí: tiene fe y camina hacia el oeste llevando un libro en soledad, en un paisaje con mucho gris-ceniza-tristona y mucho marrón-descolorido-melancólico. Ese es el punto de partida de la nueva película de los hermanos Hughes (FROM HELL), un film por momentos entrentenido, pero con pocas escenas memorables.
Como el título indica (THE BOOK OF ELI, en inglés) aquí hay un libro que funciona como elemento central, impulsando a los personajes a realizar acciones y tomar decisiones. Mientras Eli lo protege, Carnegie (Gary Oldman) es el capo de un pequeño pueblo que quiere tenerlo por su contenido: quiere usar el mensaje que hay entre sus páginas para ganar poder, y hará todo lo posible para ser su dueño.
El viaje de Eli es una historia con elementos de western y de otros filmes post-apocalípticos (como MAD MAX), con escenas de acción breves y escasas, a excepción de un largo tiroteo cerca del final filmado en un ingenioso plano secuencia circular. A pesar del giro argumental, EL LIBRO DE LOS SECRETOS es una película con un guión simple y que mezcla confusamente el misticismo religioso con lo badass. Además, el film no pasará a la historia por introducir elementos nuevos en este sub-género de películas post-apocalípticas. A ver, hay pocos detalles originales o interesantes en este “nuevo mundo” de sobrevivientes del desastre que acabó con la civilización humana: hay bandidos caníbales como los de LA CARRETERA (aún no estrenada aquí) y vehículos que recuerdan a los de la saga MAD MAX, por citar algunos ejemplos.
Washington y Oldman, dos grossos de la actuación, cumplen con sus papeles sin sorprender a nadie. El grone, con mucha presencia y seriedad; Gary, con locura, soberbia y maldad (recuerda a su personaje de EL QUINTO ELEMENTO). Algo desdibujado y poco interesante es el personaje de Solara, interpretada por Mila Kunis, que acompaña a Eli sin aportar mucho más y, para peor, al final... bueno, veanlo ustedes pero ¡es cualquiera!
EL LIBRO DE LOS SECRETOS es buena cuando es una película de acción (o sea, casi nunca): las coreografías de las luchas están bien hechas (y filmadas de modo que se las pueda apreciar) y no se abusa de los efectos CGI en las peleas (se los usa para sobrias decapitaciones y mutilaciones, y por suerte no hay nada de esa sangre digital tan de moda ahora). Sin embargo, cuando se tratan temas como la fe y el poder de la religión (que, justamente, terminan siendo los temas centrales)... bueno, digamos que es algo ridícula. Para decirlo en una palabra: decepción.