Animación en 3D a la española
El lince perdido, ganador de un premio Goya, hace buen uso de la tecnología, pero no pierde de vista el guión
Desde que, en 2001, el film El bosque animado inauguró la animación 3D en España, este tipo de género se ha multiplicado en ese país, y ahora le tocó el turno de llegar a las pantallas locales a El lince perdido , una historia que combina armoniosamente esa tecnología con un guión tan divertido como pleno de dinamismo y de cierta ternura.
La trama se centra en Félix, un lince con muy mala suerte cuya especie está al borde de la extinción, que con un grupo de amigos, entre ellos el camaleón Gus, la cabra Beea y el halcón Astarté, se verá envuelto en una peligrosa aventura. La tranquilidad del bosque que habitan es repentinamente invadida por Newmann, un cazador al que, según dice, no hay animal que se le resista, quien es contratado por Noé, un millonario excéntrico que, en su afán por proteger a la naturaleza, ha ideado un alocado plan: construir una nueva arca de Noé para salvar a un par de ejemplares de cada especie en peligro de desaparición.
Bajo el liderazgo de Félix, él y sus valientes amigos intentarán desafiar a Newmann y liberar al resto de los animales ya capturados. La misión no es fácil, ya que la supervivencia está en juego, pero la astucia y la paciencia de ese grupo no dan descanso al cazador, que pone en juego todo su poder de acción para capturar a los animales.
Los directores Manuel Sicilia y Raúl García, basados en coloridos y alegres dibujos, lograron una anécdota plena de acción que, finalmente, y como toda fábula que se precie, tendrá su feliz final. El guión no escapa a la necesidad de unir fuerza y amistad para enfrentar el mal, y por lo tanto el argumento hallará la atención del público infantil y también de los mayores. Este dibujo animado producido por el actor Antonio Banderas y que hace dos años obtuvo el Premio Goya a la mejor película de animación cuenta, además, con una pegadiza banda musical, y con todos estos elementos a su favor se interna, pues, en ese ya sabido camino de travesuras en el que todos sus personajes se unen para dar forma a una anécdota que, como en este caso, se ve elevada por su presentación en 3D, algo que suma a la historia la necesaria pauta para entretener con calidez, acción y alocadas situaciones.