Filme animado de gran primer nivel que ofrece un saludable mensaje ecologista.
Cuando en 1995 Pixar irrumpió en la escena del cine animado con Toy Story, su primer largometraje, puso la vara del cine digitalmente animado tan alta que recién en los últimos años empezamos a ver productos similares en calidad tanto en cuanto a la animación propiamente dicha como al universo que crean para desarrollar sus historias.
Esta es una de esas películas del género que no necesitan pertenecer a Pixar para brillar. Hay un motivo para que el universo de The lorax sea homogéneo ya que el filme está basado en un cuento de Dr. Seuss, escritor responsable también de libros que dieron origen a filmes con diversos resultados artísticos como El Grinch, Horton y el Mundo de los Quien y El gato.
El Lorax: En busca de la trúfula perdida es un filme profundamente ecologista que habla del aire que respiramos, de la importancia de proteger el medio ambiente y las consecuencias de la tala indiscriminada de árboles. Y lo hace desde la sencillez de la historia de Ted, un adolescente, que en un futuro sombrío, rompe las reglas para intentar conseguir aquello que más desea la chica de la cual está enamorado.
La ambición más profunda de Audrey, la chica en cuestión, es ver un árbol natural, algo a lo cual, en el universo en el que se desarrolla el relato es imposible acceder. La artificial ciudad de Thneed-Ville en la que viven Ted y Audrey carece de árboles y el aire puro es controlado por un magnate.
El Lorax del título es el guardián de un bosque contiguo a Thneed-Ville que, antes de que un hombre llegara y talara el bosque en busca de beneficios económicos, supo albergar una frondosa y colorida arboleda y animales de muy diversas especies.
Personalmente me sorprende que este filme no haya ofendido a los conservadores de Fox News que alzaron sus voces contra The Muppets por considerarla comunista ya que en The Lorax resulta más explícito como la ambición por el dinero es capaz de destruirlo todo. Además seguramente esta película llegará a un número mayor de niños que aquella basada en los muñecos creados por el gran Jim Henson.
La correcta utilización del 3D colabora con la fluidez del relato y, por ello a que El Lorax: En busca de la trúfula perdida sea un filme más disfrutable y accesible a todos los públicos. Y, como lo habíamos anticipado al comienzo de la crítica, el nivel de la animación no tiene nada que envidiarle a los productos Pixar.