Recio amor por la naturaleza
Se trata de una película de animación en 3D, basada en un cuento que escribiera en 1971 el californiano Theodor Seuss Geisel, mejor conocido como Dr. Seuss.
Una pequeña ciudad donde la naturaleza no existe. En ella ni las flores, ni los árboles son naturales. Todo es de los materiales más variados. Ted vive en el lugar con su madre y su abuela y está enamorado de su vecina, Audrey, una alegre pelirroja de unos doce años como él, ésa que lo pone en apuros cuando dice estar obsesionada con tener un árbol natural. Quién se lo traiga, asegura, será receptor de todo su amor.
Y así Ted se lanza a la aventura con la ayuda de su abuela que lo orienta en la tarea. En moto, cruza los límites de la ciudad y se encuentra con un territorio desértico y extraños personajes. Lorax, una especie de enano del bosque decidido a proteger el espíritu de la tierra y un misterioso señor Once Lear que le cuenta una dramática historia que revaloriza la necesidad de proteger el medio ambiente y la necesidad de que la naturaleza, nuevamente, forme parte de la tierra.
AIRE EMBOTELLADO
Ted, que se enfrenta a un gobernante especulador que vende aire puro en botellitas, mientras mantiene una ciudad "artificial", decide transmitir el mensaje ambiental a los ciudadanos.
El filme de Chris Renaud y Kyle Balda, orignales creadores de "Mi villano favorito" readaptan el cuento del escritor y construyen un mundo maravilloso de pequeños animales en colores pastel y dan un tinte naif no sólo a la historia, que se simplifica, sino a los pequeños personajes, una fauna de jugetes como peces caminadores, ositos sonrientes, conejos encantadores y el mismo Lorax, mezcla de enamo de jardín y morsa acaramelada.
Película destinada por la forma a los más chiquitos, con mensaje ecológico y muñecos listos para formar parte del futuro merchandising de la película, "El Lorax..." toma el formato de un musical con ciertos puntos de contacto con un clásico, "El mago de Oz". Algunas divertidas canciones y ese delicioso bestiario que recuerda los duendecillos del animé japonés, componen una puesta sencilla y con buen ritmo.