“El lugar de la desaparición” de Martin Farina. Crítica.
Un documental sobre todas las familias.
Francisco Mendes Moas Hace 1 semana 0 15
Un nuevo documental nacional llega para renovar la cartelera este jueves 30 de septiembre. La última película de Martin Farina, “El lugar de la desaparición”, podrá verse de manera gratuita por toda una semana en Cine.ar y, entrada mediante, en el complejo Gaumont. Desarrollando cuasi un estudio sobre los lazos familiares, como estos se fundan y se sostienen en el tiempo, pero sobre todo cómo colapsan, cual castillo de naipes.
Tras la muerte de su madre, quien mantenía unida a la familia a toda costa, y con su padre transitando tanto el duelo de la pérdida como sus últimos años de vida, los hijos se disputan qué hacer con la casa familiar. Hermanos que parecían tan unidos, se encuentran en la disyuntiva de saber que hacer con su padre y con el enorme hogar donde se encuentra viviendo.
No son pocas las familias que podrían sentirse reflejadas en el documental. Es que de antaño las personas con más edad acarrean una idea de bienestar y progreso equivalente a la unión familiar. Los domingos la mesa larga y llena de gente, acompañada de una comida, ya sea un asado o una cacerola humeante de pastas. Pero con los años dicha idea se va desgastando, las comidas se distancian en el tiempo y quedan solo inamovibles en ocasiones especiales, tales como cumpleaños u otra gran efeméride.
La perspectiva de vida se modificó, la sociedad en que vivimos premia en mayor medida al desarrollo individual que al grupal. Los hijos crecen y cada uno forma su familia, su propia aldea. Es innegable la facilidad para ponerse de acuerdo dentro de cada núcleo familiar en lugar de la gran familia. Y así lo vemos en el accionar de los hijos, quienes apenas fallece su madre, el pegamento de contacto que les unía, deciden vender la casa familiar.
Realizando la sucesión en vida, el padre se queda sin su mayor posesión material. Despojado de su compañera de toda la vida, ahora es un extranjero dentro del territorio que antes conocía como la palma de su mano. Con la avanzada edad, pierde todo tipo de potestad en las decisiones y la voz cantante es heredada por la descendencia. La impotencia generada por sentir como el paso del tiempo le quita la voluntad al ex jefe de la familia, no se refleja en el cariñoso trato que tienen sus hijos para con él.
Martin Farina se las arregla para avanzar, cual equilibrista, en una delgada línea, de un lado la indignación producida por el accionar de la familia, por el otro la realidad y el cariño para con su padre. “El lugar de la desaparición” pone en primer plano la vejez humana, su inevitabilidad y las complejas decisiones que se deben realizar en dicho momento. Además de la disyuntiva que acarrea ser criado y cuidado por padres en los momentos en que estamos más indefensos como personas y como luego eso se revierte, muchas veces sin el mismo resultado.
Calificación.