El Maestro del dinero, al principio da la idea de ser más una película de secuestros con final predecible. Pero la directora Jodie Foster muestra que, además de ser buena actriz, sabe cómo crear tensión y no caer en los clichés del género, demostrando ser firme y con mucho timing en la dirección. Money Monster, el título original, es un claro ejemplo del cinismo en la era de internet y como aún en vivo, en realidad nadie se involucra con nada.
George Clooney interpreta el papel de Lee Gates, un “mago de las finanzas” del programa Money Monster. Mostrando que todo vale para llamar la atención de la audiencia, hace un programa financiero, que apunta más al ridículo, con un poco de información. Tenemos a Julia Roberts como, Patty Fenn, haciendo el típico papel de directora solitaria que es la voz de la conciencia de Lee. Y Jack O’Connell, que hace el papel de Kyle Budwell, el desesperado cadete que invade el estudio con una arma y chaleco de bomba, que llevado por los dichos de Lee, invirtió en la bolsa, que gracias a un supuesta falla de sistema de la empresa del magnate Walt Camby, perdió US 800 millones de un día para otros, incluso los ahorros de Kyle. Clooney y Julia Roberts está excelente es sus papeles mostrando una excelente química entre sus personajes.
Mirando el guión con la descripción de arriba es más de lo mismo, pero Jodie Foster junto a los guionistas Jamie Linden, Alan DiFiori y Jim Kouf de forma diferente lleva las situaciones y pequeños momentos de diálogo a lugares inesperados, sorprendiéndonos con la inversión de clichés. Hay comentarios sobre las grandes corporaciones y las ganancias de las mismas, pero enfocándose principalmente en las personas que circulan ese mundo superficial.
Foster también es eficiente en mostrar la agilidad que un programa de TV en vivo tiene que tener, usando constantes cortes rápidos y ángulos diversos. Haciendo al mismo tiempo una demostración sobre cómo hoy en día el contenido es digerido por el público y su crítica al mismo.
La película no es perfecta, aún como es para un público mainstream tenemos que tener alguna sensación de incredulidad para aceptar algunas cosas que vemos, pero en general toca muy bien algunos puntos claves de nuestra sociedad y sale un poco del común de este tipo de películas.