Con una narración concisa y austera (cualidades que no siempre están aunadas), El maestro (2019) recrea un caso real sobre un docente de pueblo discriminado por su sexualidad.
Los realizadores Cristina Tamagnini y Julián Dabien retoman la historia del maestro cordobés Eric Sattler y la trasladan a un pueblo de Salta. Los hechos narrados transcurrieron en los ’90, pero por las situaciones descriptas (y, más aún, en el ámbito en el que se desarrollan) el relato de la sensación de tener una penosa vigencia, aún en pleno auge de los múltiples debates sobre identidades sexuales y la reciente implementación de la Educación Sexual Integral.
Natalio (Diego Velázquez) es un dedicado maestro que pasa sus días entre la realización de su trabajo y el cuidado de una madre enferma y despótica. En su casa trabaja una mucama (excelente trabajo de Ana Katz, en un rol infrecuente para su carrera) que, a su vez, es madre de uno de sus alumnos, víctima de bullying y con un padrastro marcadamente machista. Cuando llegue inesperadamente un amigo de Natalio, interpretado por Ezequiel Tronconi, comenzará a activarse todo un dispositivo de miradas, susurros, comentarios amparados en la órbita de la denominada “heterosexualidad obligatoria”.
Tamagnini y Dabien logran construir en poco más de una hora (el tiempo justo que necesita el filme para cumplir con su propuesta y alcances) un sentido homenaje que va más allá de la denuncia, por más de que en algunas escenas se note cierto subrayado que atente contra el resultado final. Sin altisonancias y con una gran capacidad de observación (tanto en el ámbito escolar –con sus miserias institucionales-, familiar y comunitario), El maestro conmueve gracias a su construcción austera y, al mismo tiempo, convincente, consciente de que narra una injusticia que necesita ser contada.
https://vimeo.com/397524697