En 1991, en un pequeño pueblo del interior del país, Natalio (Diego Velázquez) vive con su madre y entrega su día a día a ser maestro. Es la figura entrañable de la infancia de muchos, ese que con todo su cariño imparte educación y valores, que a veces no se maman en la propia casa. Natalio tiene predilección por su alumno Miguel, hijo de la señora que trabaja en su casa, que es maltratado tanto por sus compañeros como en su casa, ya que el novio de su madre le intenta enseñar a los golpes como defenderse para que no lo llamen marica. Natalio y Miguel crean un vínculo especial en torno al teatro.