El Shyamalan español
Producida por el todopoderoso Alejandro Amenábar, escrita por el pretencioso Daniel Sánchez Arévalo (Gordos, Azuloscurocasinegro) y dirigida por el debutante realizador vasco Oskar Santos, El mal ajeno arranca muy bien (describiendo el micromundo de un médico en crisis interpretado con solvencia por Eduardo Noriega), deviene luego en una suerte de capítulo de E.R. Emergencias o Chicago Hope y termina como un thriller sobrenatural / espiritual (el protagonista tiene poderes especiales para curar con sus manos, pero no a sus seres queridos) con una búsqueda trascendente, grandilocuente, subrayada y ampulosa que remite a lo peor del cine de M. Night Shyamalan.
Es una pena porque Santos demuestra que sabe construir climas (dramáticos y visuales), qiue es un buen director de actores (aunque hay personajes como los de Belén Rueda o Angie Cepeda que son abandonados a su suerte) y que con un guión entre manos menos pretencioso y obvio puede ser un más que digno realizador. Por lo pronto, El mal ajeno es una buena carta de presentación suya, pero -lamentablemente- no una buena película.