Este Thriller, copia de tantos otros filmes, tiene como beneficio la mano del director Simon West, quien fuera el responsable de "La hija del general" (1999) y "Con Air" (1997) entre otras. Con las cuales tiene sobrada muestra de saber contar, el problema que presenta esta producción es no tener qué contar, o tener demasiado poco para contar, y lo que tiene es remanido.
Un asesino sueldo, con códigos como todos lo de su calaña, pero además con ideología o ética, sólo mata gente mala. Léase colombianos narcotraficantes, musulmanes despiadados, gente mala por definición, entonces este asesino lo que hace es librar del mundo alimañas que no tienen "derecho" a respirar nuestro mismo aire. Un servidor público, mire.
Pero todo cambia, y de solitario, huraño, misántropo, pasa por un hecho casi fundante a ser el maestro y tutor del hijo de su mentor, quien, acusado por la agencia secreta para la cual trabajan ambos, es acusado de traidor.
Pruebas mediante él decide llevar a cabo la tarea, una lastima ya que su mentor era el gran Donald Shuterland (Harry McKenna), el único que tomo a esta producción como un juego, todos los demás aparecen con demasiada solemnidad en la construcción de sus personajes.
Jason Statham (Arthur) presenta un gran problema, tiene ojos de buen tipo, no le sale el de perverso, o malvado, entonces sus performances están circunscriptas a este tipo de producciones netamente de entretenimiento. Parece ser una nueva variable de la secuela de “El Transportador” (la 1 en 2002, la 2 en 2005, la 3 en 2008).
Ben Foster es Steve Mckenna, el hijo “descarriado” de Harry, quien ni para asesino sirve, sólo que ante la muerte de su padre desea encontrar al asesino de su progenitor y vengarse. Es el único personaje que tiene algún pequeño desarrollo, o cambio, durante la proyección.
Tony Goldwin es Dean, hombre de familia, aparentemente cariñoso, pero en realidad un malvado de libro de cine
Previsible, de principio a fin, los personajes no tiene matices, salvo Steve, a lo que sólo cabe agregarle que están muy bien filmadas las escenas de acción, sin las cuales la producción se tornaría soporífero, muy lejos de la original protagonizada por Charles Bronson, allá por 1972.